Descubrí el mundo de los portabebés cuando mi primer hijo tendría unos 3 meses, semana arriba, semana abajo. Como toda madre primeriza, desde su nacimiento (o incluso desde el embarazo) me había pasado horas leyendo todo lo que caía en mis manos acerca del cuidado y la crianza de los niños, encontrándome con opiniones, métodos y pareceres de todo tipo.
Navegando y buceando por internet, encontré sitios que desde el primer momento me parecieron interesantes, y en seguida me llamaron la atención esas mamas que porteaban a sus bebes llevándolos en diferentes tipos de telas, tal como había visto que lo hacían muchas mujeres africanas en mi ciudad, y que nunca me había planteado probar hasta entonces.
No me cuesta reconocer que en un primer momento me pareció una "moda" bastante extravagante y no le vi mayor utilidad que la puramente exhibicionista y la comodidad que suponía tener las manos libres mientras se llevaba encima al bebe. No me paré a pensar en ningún momento en los beneficios que podía reportar esta práctica, y fué solo al querer informarme acerca de los diferentes tipos de "trapos" cuando me di cuenta de lo realmente bueno que era para nuestros hijos estar en brazos.
A partir de ese momento, tuve que elegir entre las muchas opciones disponibles, tuveque aprender a distiguir lo que era un Mei Tai de lo que era un fular, un pouch o un Mei Hip, y las distintas formas de colocar a un bebe (delante, a la cadera, a la espalda...) pero sobretodo me convencí de las muchas ventajas de las que me iba a aprovechar desde ese momento.
Desde ese momento, se estableció un estrecho contacto con mi hijo que me permitía conocer en todo momento cuales eran sus necesidades. La sensación de cercanía era muy agradable y aunque nunca supe ni sabre si fué una cuestión de caracter o debo agradecérsolo a los portabebes, lo cierto es que mi hijo jamás fué un bebe de llanto fácil. Cuando íbamos de paseo siempre estaba tranquilo, generalmente durmiendo y se le notaba feliz y seguro.
Es curioso como una de las "preguntas estrella" que nos hacen habitualmente a las mamas canguro cuando paseamos con nuestro bebe suele ser "¿Pero no te duele la espalda?, cuando la respuesta, es bastante obvia "Si nos doliera, no los llevaríamos". Los portabebes ergonómicos no sólo se llaman así porque respetan la postura fisiológica del bebé, sino porque tambien respetan el cuerpo del porteador, repartiendo el peso del cuerpo del bebe de una manera mucho más natural y cómoda de lo que para muchos puede ser empujar un cochecito.
Actualmente me encuentro en el cuarto mes de mi segundo embarazo y hace ya unos meses que el peso de mi hijo "mayor" no nos permite disfrutar del porteo, por lo que aguardo con mucha ilusión la llegada de su hermana, dudando todavía del tipo de portabebe que elegiré en esta ocasión. Probablemente no me quede con uno, ni con dos, sino que pruebe con varios de ellos, pues como ya sabéis l@s mamas y papas canguros, esto de portear, engancha, y los que todavía no lo sois, no tengais miedo, no es necesario un máster para conocer los diferentes nudos, materiales y portabebes disponibles, es suficiente con googlear un poco para encontrar la ayuda que necesitáis.
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