miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Consumen nuestros hijos demasiados juguetes?

Ilustración Nati Vasquez
Hace unos días celebramos el cuarto cumpleaños de mi hijo, y como sucede siempre que hay regalos de por medio (Navidades, cumples, etc) me veo en la obligación de reflexionar acerca del exceso de juguetes que poseen nuestros hijos y que en su mayoría ni siquiera nos han pedido.

Y es que hoy en día, aún pese a la crisis, muchos niños viven en casas repletas de juguetes con los que apenas juegan, porque por lo general los niños suelen entretenerse siempre con los mismos juegos y lo que les gusta de tener juguetes es más el hecho de recibirlos que el hecho de poseerlos.

¿Quien es el responsable de que esto suceda así y cuales son las consecuencias? 
En un principio, al hacerme esta pregunta,  caí en la tentación de responsabilizar a amigos y familiares, pues es cierto que el 90% de los juguetes que entran en casa son obsequios que les han hecho terceras personas y me temo que eso sucede en la mayoría de hogares, pero ¿no podemos hacer nada nosotros para evitar este exceso de objetos? seguramente sí, pero cuesta... porque queremos que nuestros hijos lo tengan todo, que no les falte nada, y a pesar de que somos personas adultas, que consumimos de manera responsable, que no malgastamos, que reciclamos y reutilizamos, cuando alguien nos pregunta “¿Qué le regalo al niño para su cumpleaños?” no somos capaces de decir “Nada, tiene demasiadas cosas” o quizá “un chándal me iría muy bien”, no, vamos y soltamos la retahíla de juguetes que sabemos que a nuestro hijo le hará ilusión recibir y desenvolver, porque sabemos que esa es la dinámica de la mayoría de los niños que hay a su alrededor y nuestro hijo no va a ser menos...
¿Y que sucede en los días posteriores a recibir el preciado regalo?  Que tenemos la casa llena de juguetes, que se pasan dos, quizá tres días jugando con todos ellos, hasta que se decantan por uno o dos, y el resto quedan abandonados en algún rincón...y cuando el juguete por el que se decantan es un cachivache que cuesta cuatro duros y el juguete arrinconado nos ha costado un dinero la cara de bobo que se nos queda es la que nos hace reflexionar y pensar "¿que estamos haciendo? 

¿Es entonces responsabilidad nuestra? Por supuesto, es responsabilidad nuestra y de todos, mientras los hijos de nuestros vecinos, los compañeros de clase, los primos, todos sigan recibiendo esas cantidades absurdas de regalos no haremos más que llenar habitaciones de trastos que no van a hacer felices a nuestros hijos más que durante el microsegundo que tardan en recibir el preciado paquete. Y entonces, cabe preguntarnos...¿de verdad queremos trasmitirle a nuestros hijos que la felicidad "es eso"? Obviamente la respuesta  es "no", pero ¿cómo conseguimos que se acostumbren a que un juguete para Reyes es suficiente sin que se sientan frustrados porque a "fulanito" le han traído 5 o 6?
O casi mejor, formulemos la pregunta de otra manera...¿se sienten los niños realmente frustrados por este motivo, o somos los padres los que buscamos esa satisfacción al pensar "a mi hijo no le falte nada?

Yo tengo la teoría aprendida, me falta llevarlo a la práctica y conseguir que mi hijo no se desilusione si recibe pocos juguetes estas navidades, o mejor dicho, no desilusionarme yo... ¿Qué pensáis vosotros?

miércoles, 24 de octubre de 2012

Ni es un adiós, ni es un "hasta luego"...

Hace aproximadamente un año puse en marcha este blog con muchas dudas, ilusión y ganas de compartir algunas de las cosas que hacía. Nunca tuve muy claro si mi blog tenía una temática definida, incluso quise presentarme  a un concurso y no supe por que categoría participar porque este espacio ha sido siempre un compendio de muchas cosas...recetas, manualidades, y últimamente bastante costura... 

Como todo en la vida uno sabe como empiezan las cosas pero no como terminan, o cómo se van a desarrollar. En mi caso, durante este último año se han sucedido hechos muy importantes en mi vida; nació mi segunda hija, mi hijo mayor  empezó el colegio, e inicié un pequeño proyecto empresarial que fue cocinándose a fuego lento, sin prisa pero sin pausa...y mientras todo esto se iba sucediendo "La Gallina Clueca" iba tomando forma...
Durante los últimos tiempos he tenido meses con más actividad y meses con menos, incluso temporadas en las que publicaba una entrada casi a diario, pero últimamente mis circunstancias no me han permitido seguir el ritmo...o mejor dicho, no he querido seguir el ritmo a cualquier precio... Mi pequeño proyecto empresarial (bueno, no sólo mío, compartido con una gran amiga) se está haciendo grande...Embolics, mi (nuestra) tienda on-line de portabebes y pañales de tela va a tener tienda física en el centro de mi ciudad y la puesta en marcha de este proyecto me está "robando" mucho tiempo, que por otra parte le dedico con mucho gusto. 
El caso es que a pesar de tener el blog muy parado sigo teniendo una cantidad de visitas considerables cada día, y mis seguidores en facebook, a pesar de no ser muchos, siguen aumentando, y no me parecía justo "dejar morir" este espacio tan bonito, al que he dedicado tanto tiempo y que creo que le gusta a muchos (y aunque fuera a pocos ya estaría satisfecha).  

Por este motivo tenía la necesidad de publicar esta entrada para explicar que el blog no está muerto, ni mucho menos...sólo que actualmente el tiempo no me da para más...mis últimos trabajos costuriles han sido acortar una bata de colegio y los bajos de un pantalón y a pesar de que sigo haciendo muchísimas manualidades y juegos para mis hijos no puedo dedicar el tiempo que dedicaba antes a sacar fotos, elaborar tutoriales y publicarlo, porque el poco tiempo de que dispongo prefiero aprovecharlo un poco más para disfrutar con ellos... 

No obstante, las noches, después de terminar algunas tareas referidas al trabajo, siguen siendo para mi, y entonces sí que me gusta encender el ordenador y desconectar...por ese motivo a partir de ahora, alternaré mis publicaciones sobre costura, recetas o manualidades (que aunque con otro ritmo quiero seguir publicando), con  reflexiones más personales que no requieran tanta elaboración previa y a la vez me sirvan de vía de escape...de ahí el título de mi entrada de hoy (la primera y quizá la única de octubre) porque ni es un adiós, ni es un  "hasta luego", es un "seguimos por aquí" pero con otro ritmo. 

Espero que sigáis ahí y que os guste el giro del blog, sin vosotros este espacio no tendría ningún sentido.